Brooks Glycerin 11

Actualmente, hablar de la Brooks Glycerin es referirnos a uno de los modelos más respetados del mercado -lo es desde hace años- por ofrecernos ediciones de mucha calidad.

Es cierto que en Europa y, sobre todo, en España, Brooks es una marca a la que nunca se ha prestado mucha atención entre los corredores populares. La poca facilidad de probar y adquirir unas, unido a que no es una marca que gaste mucho en publicidad (ya lo dijo su CEO: “Nike gasta en marketing en un día lo mismo que Brooks en un año”), hace que aún sea difícil ver a gente con unas Brooks en los pies.

Estos handicaps siguen muy presentes y es poco probable que fuera de una tienda especialistas se encuentren unas Brooks, lo que es una auténtica pena porque es, sin lugar a dudas, una de las mejores marcas de running del mercado. Por variedad y calidad en su línea de producto no tiene nada que envidiar a otras marcas con más renombre.

La Glycerin siempre ha sido, junto con la Trance, el buque insignia de la marca, el escaparate donde mirar el gran trabajo de diseño y tecnologías que siempre desarrolla la gente de Brooks.

 

Se sitúa en un mercado tradicionalmente difícil, donde la Nimbus es la reina y la más conocida, donde la Triumph siempre ha estado al acecho y donde la Creation, la Vomero y la antigua Adistar Ride han sido rivales difíciles durante muchos años. Sin embargo, el mercado actual está muy difuminado: el cambio de drops, la lucha por la reducción de peso, el cambio de materiales… todo ello ha hecho que la Glycerin gane posiciones, pues mantiene el espíritu de la categoría: no ha variado ni su drop ni su peso drásticamente, mantiene un chasis fuerte y mucha amortiguación. Todo ello la ha colocado, a día de hoy, como la alternativa más fuerte a la Nimbus 15 ya que la Ride ha desaparecido, la Creation es una zapatilla que ya no es lo que era y la Triumph y la serie 10XX de New Balance han cambiado un poco el concepto y el usuario tipo debido a sus drops bajos y la reducción drástica de peso.

Para todos aquellos que aun no conozcáis Brooks, deciros que es una de las marcas más antiguas y de las más representativas del running. Llevan 99 “añitos” haciendo material deportivo y han patrocinado a atletas de la talla de Dan Marino o Dominique Wilkins, entre muchos otros.

Desde hace ya unas décadas se dedican casi en exclusiva al running, siendo una de las marcas más apreciadas en los USA, tanto, que en los últimos años grandes corporaciones han intentado comprarla, acabando en manos de una de las más conocidas del mundo, Berkshire Hathaway, dirigida por Warren Buffet, que también controla buena parte de marcas como IBM, Coca-Cola, Phillips o American Express. Así que, como véis, son gente que invierte en cosas que funcionan y han creído en Brooks por la calidad de su producto.

MEDIASUELA

La mediasuela de las Glycerin 11 es un ejemplo de cómo se tiene que diseñar un chasis neutro. Históricamente, Brooks ha destacado por sus chasis, siempre ha sido la marca más avanzada en cuanto a control de pronación y estabilidad, y aún lo sigue siendo (sus modelos Beast, Trance o Adrenaline son de los mejores en sus respectivas categorías). Pues bien, Brooks ha utilizado toda su experiencia en el diseño de chasis para crear una Glycerin 11 espectacular, lo han cuidado al detalle y no han escatimado en tecnologías.

Para empezar podéis apreciar que la Glycerin 11 tiene dos capas superpuestas, y muy marcadas, una encima de otra: una blanca en la parte superior de la mediasuela y una amarilla entre la blanca y la suela.

Este tipo de construcción bicapa está muy de moda últimamente y, aunque varias marcas lo están introduciendo en el mercado, Brooks ha sido una de las primeras. Su drop es de 10 mm y su perfil es de 29 mm – 19 mm. Además, la función de estas dos capas es bastante fácil de adivinar:

  • Capa superior de color blanco: de menor densidad, por lo tanto, es más blanda al tacto y al estar más cerca al pie transmite unas sensaciones algo más agradables. Además, es el material que va a albergar al DNA, lo que también facilita que, al estar rodeado de un material blando, se deforme un poco más de lo que lo haría si estuviera rodeado de uno más firme. Por lo tanto, la amortiguación que vamos a tener por parte del DNA, se maximiza mucho.
  • Capa inferior de color amarillo: el Biomogo se nota especialmente en esta capa baja. A pesar de estar presente en toda la mediasuela, la densidad de esta capa inferior es mayor y más firme que la capa blanca superior, lo que hace que el chasis gane mucho en estabilidad y se evita esa sensación de flan que aparece en algunas zapatillas de alto perfil y mucha amortiguación, la Glycerin es muy estable.

La capa amarilla forma otra de las tecnologías de las que más presume Brooks, el Caterpillar Crash Pad. Esta tecnología se basa en un diseño que podéis apreciar a simple vista y que no es más que la modularización de la parte amarilla de la mediasuela. La capa amarilla tiene muchos cortes casi verticales y, si miráis la suela, veréis que también existen estos cortes a lo largo de toda la zapatilla.

La función del Caterpillar Crash Pad es la de absorber el impacto contra el suelo evitando que la deformación que se produce en la zapatilla al impactar y absorber el golpe se transmita al resto de la zapatilla. Por eso esta multitud de pequeñas columnas trabajan con relativa independencia, absorbiendo la cantidad de impacto necesaria en cada zona de la zapatilla sin verse muy influenciadas por la deformación producida en las adyacentes. No es una tecnología nueva, hace años que las zapatillas de running la utilizan, sin embargo, no a este nivel. Las Glycerin lo ha extendido a 360º en la zapatilla y la verdad es que funciona a las mil maravillas.

Respecto a los materiales, ya hemos hablado mucho del Biomogo en otros análisis de zapatillas Brooks. Es un polímero de gran tacto, muy agradable y de los pocos consecuentes con el medio ambiente. De hecho, en cierto tipo de condiciones (básicamente solo las que se encuentran en un vertedero por humedad, vida bacteriana, etc.) se degrada en tan solo 20 años. Además, es un 40% más amortiguado y tiene un 22% más de respuesta que su predecesor, el S-257.

No solo es que el Biomogo sea biodegradable, sino que Brooks se ha preocupado por el proceso de fabricación que es donde realmente se afecta al medio ambiente. Para ello, desarrolló una técnica para la producción de mediasuelas y lo llamó CMP (Compression Molded Preform) donde no se cortan como tradicionalmente se hacía, sacando la forma de piezas enormes de polímero. Brooks da forma al Biomogo mediante moldes individualizados, lo que reduce un 50% el gasto y las sobras de producción, además, hace que sus modelos sean un 200% más consistentes entre pares. Unas Glycerin 11 serán más parecidas a otras Glycerin 11 que cualquier otro modelo de otra marca y las variaciones de rendimiento entre distintos pares de un mismo modelo disminuyen un montón.

El DNA es, posiblemente, uno de los avances más interesantes que se han dado en las zapatillas en la primera década del siglo XXI. Es un líquido muy viscoso, similar a un gel de silicona, con propiedades no newtonianas. Esto significa que responde de una manera muy particular a los impactos: cuanto más fuerte y rápido sea el impacto, más duro se hace el DNA, pero cuanto más suave o más progresivo sea éste, más suave notaremos la amortiguación. Esto se traduce en que, a ritmos lentos, notaremos la zapatilla más amortiguada y agradable mientras que a ritmos rápidos nos ofrecerá más respuesta y estabilidad.

Además, el DNA se extiende en la Glycerin 11 desde el talón hasta el antepié de manera ininterrumpida, es el modelo con más DNA dentro de las neutras de la marca.

Cuando metes el pie en las Glycerin 11, automáticamente notas que son unas zapatillas de categoría, una berlina de lujo por amortiguación y confort, y son los detalles cuidados lo que le da este nivel. Si le quitáis la plantilla, veréis que debajo hay una capa de S-257, una EVA de Brooks. Esta capa es muy importante en la zapatilla, hace que el pie y la mediasuela estén directamente en contacto a través de polímeros elásticos y así se puedan las sensaciones de amortiguación y confort mucho mejor, además de mejorar mucho la transición de la zapatilla.

Una de las cosas que más me ha gustado de la Glycerin 11 es, precisamente, la transición que ofrece al corredor, es sencillamente alucinante porque los ingenieros de Brooks han trabajado mucho en la geometría de la zapatilla. Han quitado la pieza de TPU (DBR Accel) que tenía la Glycerin 10 en la zona interior del arco y, para sustituirla, han rellenado todo el arco interior de Biomogo. Esto hace que la zapatilla esté en contacto permanente con el suelo, desde que se aterriza hasta que se despega. Además, mejora las sensaciones de la gente que aterriza de mediopié o que, aterrizando de talón, tiene una transición muy rápida.

“¿No se pierde estabilidad y apoyo en el arco al quitar esta pieza?” Eso es lo primero que se puede pensar, la verdad es que en el tacto se nota que la pieza ya no está, el arco era más rígido antes y eso daba más soporte, pero la nueva geometría hace que sigamos teniendo apoyo del arco ya que la capa amarilla de Biomogo es más elevada en esta zona y está en contacto continuo con el suelo, así que hay transferencia de fuerzas directa del suelo al arco. No llega a ser un apoyo como el que pueden dar las Supernova Solution pero es una de las que, siendo neutras 100%, más apoyo de arco tiene.

La cosa no se queda aquí, este cambio en el arco se debe a que la Glycerin tiene una tecnología denominada Cush Pod Configuration. Para que os hagáis una idea, Asics tiene algo similar, el IGS y el FluidRide, que se asemeja a una especie de filosofía de cómo debe estar construida una zapatilla de un determinado segmento.

Por ejemplo el Pod Configuration de Brooks tiene varias categorías: Hyper, Stable, Cush y MC. Por ejemplo, unas T7 de competición tendrían el Hyper Pod (de hecho, su predecesora se conocía como Hyperion, antes de ser Brooks T), el Stable Pod sería el de la Adrenaline para la estabilidad, el Cush es el de la Glycerin para amortiguación y el MC es de Motion Control o control de movimiento y lo tendrían modelos como la Addiction.

A través de esta filosofía, Brooks trata de conseguir que la zapatilla sea neutra, amortiguada y con la mejor transición y flexibilidad. No sólo se trata de conseguir que tenga estas cosas, sino en una proporción adecuada dependiendo de la zona de la zapatilla, por eso veíamos más Biomogo amarillo en el arco y menos en el antepié, o que la suela y la mediasuela trabajan en conjunto para ganar flexibilidad.

La Glycerin 11 cuenta también con el TDM (Tuned Density Midsole). Brooks ha querido confeccionar sus Glycerin 11 haciéndolas adecuadas para cada persona, este TDM no es otra cosa que adaptar la zapatilla a las necesidades de cada individuo, por ejemplo, no tiene la misma dureza de amortiguación una Glycerin de talla 41 que otra de talla 47, y tampoco una de hombre que una de mujer. Han adaptado la mediasuela de la zapatilla a este tipo de variantes, algo muy de agradecer.

Solo ha habido dos cosas que creo que deben mejorar de esta Glycerin 11 y una de ellas la situaría en la parte de la mediasuela: el peso. Los modelos de Brooks siempre han sido más pesados que los de la competencia y, si bien es verdad es muy difícil ver una Brooks con algún error en el diseño (hemos visto que, en aras de reducir peso, modelos como Kayano oAdistar Boost han tenido que suprimir la rigidez del contrafuerte de talón), me gustaría que la Glycerin 12 pesara 15 – 20 gramos menos porque su peso actual es de 330 gramos y ya hay algún modelo sub-300 en su categoría, incluso la Nimbus es más ligera (que no más rápida).

SUELA

Brooks está trabajando bastante en el diseño de sus suelas y no hay mejor ejemplo que la Glycerin 11, espectacular. Tiene una suela muy segmentada, con muchas zonas independientes que forman tacos de todo tipo de tamaños pero, a pesar de lo que pueda parecer, esta variedad está bastante meditada.

En la zona del talón exterior el taqueado es más pequeño y se sitúa debajo de cada columna del Caterpillar Crash Pad, e incluso los cortes verticales de la mediasuela se extienden hasta la suela para permitir esa flexibilidad extra que dé independencia a cada módulo.

Sin embargo, en la zona interior del talón sí hay grandes piezas de caucho, fácilmente identificables en las fotos porque son las que tienen el ’11′ grabado.

Estas piezas también trabajan junto con la mediasuela (recordad la filosofía Cush Pod Configuration). El Biomogo amarillo es muy grueso en la cara interna para ganar estabilidad, y la base de ese Biomogo amarillo tiene que ser acorde, por tanto, eso explica la presencia de estas dos placas de caucho más amplias en la zona interna del talón.

Toda la suela está cubierta con caucho resistente a la abrasión HPR+, la verdad es que pocas zapatillas tienen tanta cantidad de caucho. Brooks tiene un desgaste prematuro en los primeros kilómetros de sus zapatillas pero, luego, se estabiliza bastante, quizá por ello han incorporado tanto HPR+, para garantizar una vida longeva de la zapatilla. De hecho, yo no he tenido ese desgaste prematuro pero sí se está dando en algún modelo, sobre todo en gente menos eficiente aunque luego -como digo- se estabiliza bastante.

En el antepié, la zapatilla es muy estriada. Se pueden ver tres capas (caucho, y las dos de la mediasuela, blanca y amarilla), lo que garantiza un agarre muy bueno en tierra y una flexibilidad generosa. Además, Brooks ha diseñado un sistema complementario de surcos para la ganancia de flexibilidad:

  • Omega Flex Grooves: son los surcos horizontales y ondulados que encontramos en el antepié y también los que permiten la modularización del Caterpillar Crash Pad del talón, son los responsables principales de la capacidad de flexibilidad del modelo.
  • Omni Grooves: son más difíciles de localizar, si miráis el antepié de las Glycerin veréis que tiene varios puntos redondos huecos en el centro de cada placa de HPR+, pues bien, estos puntos funcionan como epicentro donde nacen los Omni Grooves, que son los pequeños cortes o grabados que van desde el agujero central a cada una de las esquinas de la placa de HPR+, su contribución no se nota tanto pero según Brooks contribuye a un mejor reparto de presiones en el ciclo de pisada y también facilita la flexibilidad y adaptabilidad de la zapatilla en el terreno.

UPPER

En el desarrollo de la Brooks Glycerin 11, la mejora del upper es la parte en la que más hincapié ha hecho la marca. En estos tiempos, los uppers están avanzando mucho y muy rápido ya que las marcas quieren ahorrar peso a toda costa y desarrollan materiales y tecnologías ligeras y novedosas.

La Glycerin 10 estaba un poquito anticuada en ese aspecto, su upper se componía de tiras sintéticas cosidas y una pieza plástica en la zona del mediopié. La Glycerin 11 se pone al día bastante y no lo hace de una manera normal, con termosellados o pegados normales, lo hace desarrollando una tecnología nunca aplicada en unas zapatillas de running, el 3D Fit Print.

Este 3D Fit Print es difícil de explicar, pero vamos a intentar explicarlo. Antes de que el upper se cosa y se pegue en la mediasuela es, básicamente, una malla. Esta malla se utiliza como molde a la que se va a aplicar, con una impresora 3D, entre 15 y 18 capas de polímero líquido, polímero que se deja secar y que se va a convertir en las tiras elásticas que van a recubrir tanto el antepié como el talón de las Glycerin 11.

Al tacto, parece TPU termosellado pero la verdad es que la flexibilidad y elasticidad es superior al de un TPU termosellado habitual que vemos en otras zapatillas. El 3D Fit Print, da estructura al antepié, baja desde el último agujero del sistema de cordones hasta el chasis y, desde ahí, refuerza lateralmente el pie hasta la puntera. Además, refuerza la parte superior de la malla (por encima de los dedos) para hacer una estructura más fuerte. En el talón, se extiende desde los dos agujeros superiores del sistema de cordones hasta rodear el talón, incluso en Brooks se han dado el lujo de grabar un 11 en esta zona trasera utilizando el mismo sistema de impresora 3D.

El Fit Print funciona de lujo, de verdad es un paso adelante muy logrado. Este tipo de diseños con impresora 3D es algo que vamos a ir viendo cada vez más en el mundillo de las zapatillas. Ya había modelos de fútbol, clavos de pista y Brooks lo ha hecho debutar en el running.

La zona media, zona que necesita más consistencia de la que da un sistema de termosellado o el 3D Fit Print, sí que trae sendas piezas de plástico que la abrazan, cubren los cuatro agujeros centrales del sistema de cordones y transmiten su tensión y las fuerzas directamente al chasis.

Si se tratara de una zapatilla mixta probablemente se podría prescindir de esta pieza y cubrirlo con 3D Fit Print, pero en una Glycerin, hecha para aguantar corredores de peso medio o alto, han acertado claramente al mantener esta pieza.

El acabado interior es muy bueno, sería sobresaliente sin el defecto que luego os relataré, pero el confort de la zapatilla al introducir el pie es abrumador. Brooks ha sacado buenas conclusiones del Ideal Heel de la línea Pure y de cómo está diseñado el talón de esos modelos tanto por dentro como por fuera, y con esos datos han rediseñado el recubrimiento interior de la Glycerin.

Especialmente destaca la zona que rodea el tobillo. El collar es mullido e hiperconfortable gracias al acabado de tela de microfibra que le han puesto, es muy improbable que alguien tenga rozaduras en esta zona debidas al Aquiles, a la altura del collar o por falta de confort, es de lo mejor del mercado actualmente.

El acabado tan agradable se extiende por el resto de zapatilla y tanto mediopié como antepié tienen una malla interior muy agradable al contacto y que evita las rozaduras. La lengüeta sigue la misma filosofía: mullida, no excesivamente fina o gruesa, de tamaño adecuado, muy compensada y con un confort muy logrado.

Ahora bien, el primer día de uso de las Glycerin me encontré con un punto caliente, mal asunto. Con dos salidas más, la cosa no mejoró y, aunque no me produce rozadura como para hacerme herida, sí es una incomodidad, así que decido dejar de utilizar uno de los agujeros inferiores del sistema de cordones. Gracias a que la Glycerin 11 tiene un enganche central inferior puedo hacerlo, así que problema solucionado y que apenas afecta al ajuste.

A pesar de que el pequeño problema se ha solucionado fácilmente, me molesta la razón por la que se ha producido. Muchas marcas, de hecho casi todas las marcas punteras, en sus mejores modelos descuidan una cosa, el enganche de la lengüeta en el upper (donde va unida justo debajo del los últimos agujeros). En esa zona, por dentro de la zapatilla, suelen dejar la costura al aire y con un acabado deprimente, de verdad que me pone de mala leche porque no es una cosa de la Glycerin, el 90% de los modelos lo tienen. Afortunadamente, suele dar pocos problemas porque la forma de nuestro pie suele evitarlo, ahora bien, cuando una parte de ese acabado se descose y encima está situado debajo de un punto de presión como el agujero inferior, entonces se produce la molestia que he tenido que es cierto que se ha solucionado pero, si ya me parece fatal que las marcas no cuiden ese detalle, cuando encima molesta, me hierve la sangre. Así que ya sabéis, si tenéis es problema como yo, dejáis libre el agujero y a tirar millas.

Apenas he hablado de la malla, es una malla tupida pero que permite la ventilación, Brooks ha querido tener una malla que de algo de estructura, evite las roturas lo máximo posible pero a la vez no perjudique la ventilación, y la verdad lo han hecho muy bien, han conseguido el objetivo.

HORMA

Brooks nunca se ha destacado por hacer zapatillas con una horma llamativa ni por ser excesivamente estrechas, ni amplias. Lo que sí han sido siempre son pequeñas, muchas veces con Brooks hay que irse media o incluso 1 talla más de lo habitual.

En la Glycerin 11 esto no pasa apenas, sí es cierto que es algo más corta que una Nimbus, pero tampoco demasiado. Es similar a una Vomero pero, como ya sabéis y más en Brooks, ante la duda, media talla más. Mi talla es un 10 USA en casi todas las marcas, y la 10 USA de la Glycerin 11 me ha ido perfecta, así que tampoco os preocupéis mucho.

Algo a tener en cuenta es el arco de la Glycerin 11. Es medio y se la recomendaría a toda la gente con arco medio y alto, pues va genial para estos últimos ya que hay pocos modelos con el apoyo que ofrece la Glycerin 11.

Hay mucha gente con problemas de ampollas en el arco con Nimbus y Triumph, en la mayoría de ocasiones lo achaco a que su pisada no es lo neutra que creen que es, pero es llamativo como la Glycerin no tiene tantos problemas a pesar de su arco más marcado. Creo que el Pod configuration tiene mucho que ver, básicamente cuenta con una geometría bien diseñada y ayudada por los materiales de mediasuela pero, aún así, me la probaría antes de comprar si eres un corredor susceptible o que ha tenido alguna vez molestias en el arco con una zapatilla neutra (si no es tu caso, no te preocupes).

La Glycerin 11 se nota algo generosa en el antepié, no es excesivamente ancha pero sí lo justo para tener cierta movilidad. La verdad es que la anchura es similar a Nimbus o Vomero, pero el upper nuevo le da algo más de amplitud, sin exagerar, pero se nota.

La zona media es estándar, pero al tener un chasis tan trabajado que recoge tan bien el pie, no se mueve del sitio y el upper tiene medio trabajo hecho. Ningún problema en esta zona.

El talón también es de anchura media, algo más amplia que las Nimbus pero siempre dentro de la normalidad. Lo bueno que tiene la Glycerin es que su contrafuerte de talón es rígido y no permite movimientos indeseados.

La plantilla no podía ir de otra manera que no fuera acorde a la calidad y confort de la Glycerin 11, Brooks la ha fabricado a base de Biomogo con acabado antideslizante.

AMORTIGUACIÓN

Como no podía ser de otra manera, la amortiguación de la Glycerin 11 es muy buena, es una de las zapatillas más representativas del segmento de tope de amortiguación, así que sería un problema si no fuera así.

Los que hayáis utilizado una Brooks alguna vez, ya sabéis a lo que os atenéis: conocéis el tacto, el recorrido, la respuesta… la Glycerin 11 es la maximización de lo que Brooks ofrece en otros modelos. Para los que nunca habéis probado una Brooks o una Glycerin voy a intentar despejaros las dudas sobre cómo es una Brooks si hablamos de amortiguar.

Durante muchos años, se consideraba que Brooks tenía la mejor amortiguación del mercado (incluso en su publicidad se podía ver), y se la consideraba la mejor no porque fuera la que más amortiguación tenía o la que más recorrido o mejor tacto, sino porque era la más completa.

La amortiguación es una característica complicada en una zapatilla porque perjudica o afecta a muchas otras cosas: estabilidad, respuesta, transición, rapidez del ciclo de pisada, pronación… todas estas cosas se encuentran influenciadas por la cantidad y tipo de amortiguación que se tiene.

Brooks conoce todo esto a la perfección y dota a sus zapatillas de una amortiguación de tacto muy agradable pero sin renunciar a la estabilidad. Cuando aterrizas con unas Glycerin 11, notas cierto recorrido de tacto muy suave (Biomogo + DNA) pero que tiene un fin donde deja de ser tan suave y empieza a ser más firme. Es como si tuviera dos capas (que las tiene) y, cuando llegas a la más firme, la zapatilla sigue amortiguando de manera menos agradable, lo que evita que la estabilidad se vea comprometida, hace que disminuya la probabilidad de pronación y la transición se vuelve más rápida.

Por ejemplo, Vomero o Nimbus son diferentes. Ambas son también agradables, pero tienen un recorrido mucho mayor de amortiguación, son mucho más ‘colchón’ al tacto que las Brooks porque, aunque la Glycerin 11 sí tiene un primer contacto suave y agradable, llega a un punto donde la zapatilla te hace saber que, a partir de ahí, todo lo que amortigües va a en detrimento de la eficiencia.

Personalmente, me gusta más el tacto de Brooks aunque también aprecio las tiradas largas muy amortiguadas, pero la Glycerin 11 es más polivalente. El DNA te permite exprimirlas y ponerlas a ritmos exigentes ya que se endurece y te responde bien. Esta capacidad de adaptación es lo que hace que la amortiguación Brooks sea muy valorada ya que es agradable y blanda en primera instancia, no compromete la estabilidad y tiene una amortiguación dinámica y adaptativa al ritmo.

La Glycerin 11 permite el uso de corredores muy talonadores, o poco talonadores, en ambos casos la zapatilla responde.

En el caso de corredores con transición talón-mediopie rápida o poco aterrizaje de talón, la zapatilla destaca sobremanera porque el mediopie está muy logrado, el contacto continuo con el suelo y la amortiguación que posee en esta zona son muy buenos.

En cuanto a amortiguación de antepié, posee una perfecta combinación de respuesta y amortiguación, se separa mucho de la Nimbus e incluso de la Triumph en este aspecto, ninguna se queda corta en amortiguación, pero Nimbus y Triumph dan más sensación de recorrido en esta zona mientras que la Glycerin 11 da un tacto agradable pero no excesivo. En ninguna de ellas se va a notar falta de amortiguación delantera si se está dentro del usuario tipo, lo que convierte a la Glycerin en una zapatilla más rápida que las rivales.

La Glycerin 11 es más agradable de llevar a ritmos de 4.30 – 4.40 min/km que la Nimbus o la Vomero, y muy similar a la Triumph (que pesando 290 gramos, tienen mucha ventaja en ese aspecto).

CONCLUSIÓN

La Glycerin 11 es la gran alternativa actual a la Nimbus, no está por debajo ni por encima sino que tu elección dependerá de tus ritmos, tu peso y tus gustos.

Se nota que han trabajado mucho el confort en esta undécima versión, es un modelo muy agradable, estable, amortiguado y no tiene ningún defecto notable (aunque, como he dicho antes, sí hay un par de puntos que mejoraría).

Se adapta bien a corredores de pesos variados, de 70 a 90 kg con todas las garantías, incluso se podría ampliar el rango pero el que cito es el ideal. Además, es muy apta para plantillas por su horma y chasis.

Va perfecta tanto en asfalto como en tierra. El antepié, con tanto surco de flexibilidad, hace que agarren muy bien en terrenos no muy rotos pero, además, en asfalto van de lujo así que es una zapatilla también polivalente en este aspecto.

Los ritmos son los habituales para este tipo de zapatilla, desde 4.20 min/km o más lento. Su ritmo ideal está entre 4.35 min/km y 5.15 min/km, aunque a 6 min/km rinde como la mejor.

Sinceramente, no veo un modelo claramente mejor dentro de las rivales reales de la Glycerin (Asics Cumulus 15, Nimbus 15, New Balance 880v3, Nike Vomero o Saucony Triumph) ni en acabados, ni en tecnologías. Nuestro cuerpo se adaptará mejor a una que a otra pero en términos de construcción, diseño y rendimiento puede ser la mejor perfectamente.

USUARIO TIPO

  • Corredores neutros, plantilleros o supinadores de entre 70 y 90 kg que busquen un modelo neutro y estable para entrenamientos a ritmos más lentos de 4.20 min/km.

Fuente: http://www.foroatletismo.com/zapatillas/brooks-glycerin-11/

 

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